Darkness in my soul.

Últimamente duermo. Duermo para intentar ignorar el gran vacío que hay en mi pecho, duermo para evitar pensar en el abismo que me consume día a día. Cuando no hay absolutamente nada que te complete aunque sea un poco, cuando sientes que no queda nada por lo que luchar. Ese momento es en el que te planteas por qué estás aquí.  Ya ni siquiera veo gris, lo veo todo tras un manto negro de tristeza y desolación; dos sentimientos horribles que me invaden día a día. Claro que trato de evitarlos con una sonrisa apagada, una sonrisa que seguramente no transmita nada. Pero así soy yo últimamente: fría, insípida. 

"Tempus fugit".

El tiempo se nos escapa de las manos. Es como un puñado de arena que se desliza entre los dedos. A veces me siento como en una caída libre de millones de kilómetros, me gusta llamarla "vida". La vida no espera a nadie, ella sigue su camino. Sinceramente, sólo pensar en esto me aterra. La adolescencia casi se me ha escapado ya. ¿Y qué viene ahora? Responsabilidades, responsabilidades y más responsabilidades. No quiero crecer, no quiero hacerme vieja; pero bueno, es lo que toca, a todo el mundo le toca. Una estación llega y otra se va, alguien se muere y un bebé acaba de nacer. La prisa por crecer es una de las cosas más absurdas de las que tengo conocimiento. ¿Por qué tener ganas de crecer? No lo entiendo y, sinceramente, no lo quiero entender. Pero tampoco podemos alimentarnos del pasado, eso es simplemente estancarse, no avanzar. Lo correcto sería apreciar cada minuto, saborear cada segundo como si se tratara del último. No tengas miedo de vivir, que el tiempo vuela.

Quien no arriesga, no gana.

Saltar al vacío sin miedo a la caída, sin saber qué encontrarás por el camino. Sólo saltas, lo arriesgas todo. Pero no temes perder nada, porque si no arriesgas, ¿qué ganas? Sólo la incertidumbre de qué podría haber pasado si lo hubieras hecho. Vale, perder duele, pero más duele no intentarlo. Así que cuanto tengas dudas; toma aire, cierra los ojos y déjate llevar por el corazón, salta.

Como si fuera la primera vez.

¿No te encanta la sensación de hacer algo por primera vez? Recuerda tu primer beso, los nervios previos, las mariposas en el estómago, lo que sentías por esa persona. ¿No te sale una sonrisa? Hacer algo por primera vez es algo maravilloso, más que nada porque es algo irrepetible; no puedes hacer algo por primera vez dos veces. Me gustaría tanto repetir la primera vez que monté a caballo, la primera vez que subí a una moto o repetir la primera vez que leí mi libro favorito… Las primeras veces siempre dejan una huella que ni los años pueden borrar.

Noches astrománticas.

Cuando miro por la ventana y veo toda la ciudad llena de luces diminutas y parpadeantes, me pregunto qué estarán haciendo las personas que viven en ella. Son personas normales y corrientes, como tú y yo. Me gusta imaginarme mil historias diferentes. Un niño llora porque no quiere irse del parque, a pesar de que verá a sus amigos el día siguiente en clase. Una chica está sentada en un banco, sonriéndole a la pantalla del móvil; se intuye que es porque está hablando con esa persona especial que  todos tenemos. Cerca de la catedral hay un joven tocando la guitarra y llenando las calles de melancolía con su voz rasgada. Y yo, bueno, yo estoy sentada en el escritorio, mirando la vida pasar y fantaseando como una niña que sueña con sus cuentos favoritos.

Si esto no es amor, que baje Dios y lo vea.

Él hace que en mi cara aparezca esa sonrisa de niña pequeña a la que le regalan un juguete nuevo, sólo él consigue hacerme verdaderamente feliz. Entonces es cuando mi móvil vibra y es él dándome los buenos días como sólo él sabe hacerlo. No hay nada en este mundo que me guste más que nuestras conversaciones, todas llenas de planes de futuro e ilusiones. Los kilómetros son un impedimento, pero nuestras ganas de amarnos son mucho más fuertes. Él es mi inspiración, mi todo. Él tiene la sonrisa que quiero que tengan mis hijos.
http://www.youtube.com/watch?v=6hzrDeceEKc

Mi vida en unas líneas.

Sueñas con un amor idílico, de película. ¿Te has preguntado alguna vez si existe? Al principio todo puede parecer perfecto, crees que será eterno, que es un lazo que nadie romperá jamás, pero te equivocas. Al fin y al cabo, eso es lo que hacemos los humanos, equivocarnos. Una vez que tu vida parece ser perfecta, las cosas comienzan a torcerse de nuevo. La adolescencia no es más que una montaña rusa de sentimientos y emociones. Un día estás riendo y al día siguiente lo único que quieres es desaparecer. Y esto, señoras y señores, es mi vida. No sé de dónde vengo ni adónde voy. Lo único que sé es que voy a vivir cada momento como si fuera el último y a arrepentirme sólo de los errores que no cometa.