domingo, 4 de mayo de 2014

Darkness in my soul.

Últimamente duermo. Duermo para intentar ignorar el gran vacío que hay en mi pecho, duermo para evitar pensar en el abismo que me consume día a día. Cuando no hay absolutamente nada que te complete aunque sea un poco, cuando sientes que no queda nada por lo que luchar. Ese momento es en el que te planteas por qué estás aquí.  Ya ni siquiera veo gris, lo veo todo tras un manto negro de tristeza y desolación; dos sentimientos horribles que me invaden día a día. Claro que trato de evitarlos con una sonrisa apagada, una sonrisa que seguramente no transmita nada. Pero así soy yo últimamente: fría, insípida. 



miércoles, 8 de enero de 2014

"Tempus fugit".

El tiempo se nos escapa de las manos. Es como un puñado de arena que se desliza entre los dedos. A veces me siento como en una caída libre de millones de kilómetros, me gusta llamarla "vida". La vida no espera a nadie, ella sigue su camino. Sinceramente, sólo pensar en esto me aterra. La adolescencia casi se me ha escapado ya. ¿Y qué viene ahora? Responsabilidades, responsabilidades y más responsabilidades. No quiero crecer, no quiero hacerme vieja; pero bueno, es lo que toca, a todo el mundo le toca. Una estación llega y otra se va, alguien se muere y un bebé acaba de nacer. La prisa por crecer es una de las cosas más absurdas de las que tengo conocimiento. ¿Por qué tener ganas de crecer? No lo entiendo y, sinceramente, no lo quiero entender. Pero tampoco podemos alimentarnos del pasado, eso es simplemente estancarse, no avanzar. Lo correcto sería apreciar cada minuto, saborear cada segundo como si se tratara del último. No tengas miedo de vivir, que el tiempo vuela.